La inversión en formación continua bonificada del sector privado español no alcanza ni la mitad de la media europea, pese a crecer a razón de casi el 50 por ciento anual desde 2008
En pleno terremoto económico, rebosante el mercado de incertidumbre y
hambrientas las empresas por ganar en competitividad, el sector privado
español gira la vista hacia la formación de sus empleados. Desde 2008,
año de explosión de la burbuja financiera, la inversión en formación
continua bonificada ha crecido en España a un ritmo de casi un 50 por
ciento al año. Sin embargo, los
datos sitúan a las empresas nacionales a la cola de Europa en la
aplicación de este tipo de programas de aprendizaje para empleados.