Tras la entrada en vigor de la reforma fiscal, todas las indemnizaciones por despido que se produzcan a partir del 20 de junio tendrán que tributar, aunque se beneficiarán de un mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado, lo que permitirá que los contribuyentes con sueldos de 20.000 euros o menos no tengan que pagar a Hacienda cuando sean despedidos.
De esta forma, los contribuyentes con sueldos de 20.000 euros al año que vayan a recibir una indemnización por despido de 1.833 euros por año seguirán exentos de tributación.
De igual modo, los contribuyentes que hayan tenido sueldos inferiores a 20.000 euros seguirán disfrutando de la exención del 100% de su indemnización.
Hasta ahora, las indemnizaciones por despido sólo tributaban si superaban el máximo que marca la ley de 33 días por año trabajado.
Fuente CISS online
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